La guerra ha empezado. Los mineros no permitirán que el Gobierno de Mariano Rajoy incumpla los compromisos adquiridos y condene a la minería a morir este año mismo tras la reducción del 64% de las ayudas al carbón en los Presupuestos Generales del Estado. Las acciones de protesta ya han comenzado y los responsables de Industria de CC OO y UGT, reunidos en Oviedo, acordaron ayer cuatro días de huelga en el marco de negociación del calendario de movilizaciones. Cuatro jornadas de paro que comenzarán mañana mismo. El 23, el 24, el 30 y el 31 no habrá actividad en el tajo. Paralización absoluta de un sector que una vez más vuelve a pender de un hilo, está vez con más opciones que nunca de caer en el ostracismo. Las jornadas de paro se acompañarán, el jueves 24, de concentraciones en todas las comarcas mineras y el día 31 de una gran manifestación conjunta en Madrid, frente al Ministerio de Industria. Así lo ha acordado la parte social y así se hará, pero su llamamiento no ha sido dirigido solo a los trabajadores de los pozos, sino también a la sociedad en general de las cuencas.
Los sindicatos piden un parón de todos los sectores de las zonas mineras el día 31, en señal de apoyo, como ya ocurriera años atrás. Y es que la historia se repite. Una vez más los mineros se echaran a la calle para defender el futuro de un sector en cuya muerte va incluida también la muerte de comarcas mineras como la del Bierzo, donde ayer, ocho mineros, Segundo Porto, José Antonio Pérez, Victor Manuel Almeida, José Araujo, Eduardo González, Alfredo Carro y Primitivo Basalo se encerraron el pozo de Santa Cruz, constituyendo el germen de lo que se avecina. Y es que, como especificó en Asturias Víctor Fernández, de Fitag-UGT, la minería pasará de percibir 703 millones de euros a 253.
El grupo Santa Cruz de Uminsa -perteneciente a Victorino Alonso- en Santa Cruz del Sil, es desde ayer la nueva casa de un grupo de mineros que entraron como cada día a las 8:00 de la mañana y decidieron, in situ, no salir. Su encierro será indefinido, hasta que se les dé una solución. Se niegan a aceptar los recortes y la paralización de la minería porque son muchas las bocas que comen gracias al carbón. Se niegan a cumplir las órdenes de un Gobierno que sigue firme en su propósito y piden un nuevo Plan del Carbón. Quieren que se cumplan los compromisos y se garantice la superviviencia del sector al menos hasta el 2018, como estaba previsto. Son ocho mineros de un total de 73 del mismo turno que entraron ayer por la mañana a trabajar. El resto salió pero ellos resistirán y lo hacen con ánimo.
Son todos padres de familia con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años. Hombres, mineros apoyados desde fuera por familiares y amigos que ya han montando un campamento de apoyo fuera para proporcionarles comida y ropa de abrigo. De momento no han decido en qué parte del pozo se asentarán, están buscando el lugar más seguro, ya que tal y como recordó el presidente del comité de Intercentros de Uminsa, Guillermo Sánchez, dentro de la mina hay mucha humedad y corrientes de aire. Lo que sí está claro es que su encierro marca el parón de toda actividad en ese pozo, que tiene 120 trabajadores, y desde los sindicatos prevén que otros grupos se vayan sumando también a los encierros. No hay que retroceder mucho en el tiempo, menos de dos años, para recordar que fueron dos encierros -uno en Torre del Bierzo y otro en Palencia- los que motivaron las últimas movilizaciones en defensa de la minería y la segunda Marcha Negra. Lo que sí parecen tener claro los trabajadores del sector es que en esta ocasión no habrá cortes de carretera, porque son conscientes de que la crisis afecta a todos los sectores y los cortes no harían más que empeorar su situación y perjudicar a otros trabajadores. No quieren caldear los ánimos.
Juan Carlos Álvarez Liébana, secretario de Industrias Extractivas de la Federación de Industria de CC OO, lo que reclaman los sindicatos -más dinero para el sector minero y para la reconversión industrial- «es algo que está firmado. Exigimos que se cumpla lo acordado por el Gobierno, tiene la obligación de hacerlo». En caso de no hacerlo, las protestas convocadas espera que sean «lo suficientemente contundentes» como para que «el Gobierno del PP entienda que no puede incumplir lo que se firmó. Llevaría al fin al sector». José Ángel Fernández Villa, secretario general del SOMA-FITAG-UGT, hizo un llamamiento a toda la sociedad asturiana para apoyar las movilizaciones de los mineros y de los vecinos de las Cuencas, y afirmó que las comarcas mineras «o se salvan todas, o ninguna».
No hay comentarios:
Publicar un comentario